«Comencé a hacerme c…» Pamela Díaz confirmó un secreto a voces sobre su carrera

pamela

La morena reveló uno de los secretos más grandes de su carrera.

Ay chiquill@s… Pamela Díaz es sin duda un personaje que genera amor y, un poquito, de envidia u malestar entre las personas.

Para algunos, la personalidad libre y sin tapujos de ‘La Fiera’ es todo un encanto aunque para otros puede parecer un poco ‘floretio’.

Sin embargo, hay algo que todos reconocemos de Díaz: su transparencia. Y así lo dejó demostrado en el programa conducido por Sergio Lagos, «Juego Textual», donde abordo uno de los misterios más importantes tras su exitosa carrera: Sus cirugías.

“La primera vez que me operé pesaba 94 kilos. Bajé a 58 y quedé con una guata delantal, con estrías. Me hice una abdominoplastía», partió contando Pamela Díaz sobre las cirugías de tipo estético que se ha realizado.

“Era muy chica, tenía 19 años, y dije ‘no puedo andar con esta guata’. Gracias a Dios económicamente me pude operar. Y después me empecé a hacer cirugías porque obviamente como quedé con mi cuerpo a los 20 años muy deforme, a lo que era para desfilar, para modelar, o para hacerme la linda. Yo quería trabajar en televisión.

“Entonces fui al gimnasio, me operé muchas veces. Si yo no hacía eso, sabía que en mi carrera, que era lo más fácil, porque yo no quería estudiar, era mucho más simple ser bonita. Y como mi personalidad es fuerte, yo sabía que podía sentarme en cualquier lado con mi guata, con la pechugas caídas, pero necesitaba un empuje más”.

Sergio Lagos: “Pero no es fácil”

Pamela Díaz: “Ser Pamela Díaz es muy difícil”

Lagos: “Pero por otro lado, estas cirugías son dolorosas, cuesta rehabilitarse, ¿o no?”

Díaz: “Sí, pero no tenía otra opción, porque cuando pesaba 58 kilos, había bajado treinta y tantos kilos, tenía 19 o 20 años, después de tener a la Trini yo quedé con esa guata delantal que te tapaba la vagina. Entonces me ponía un jeans y me tenía que guardar la guata y era incómodo.

“Era horrible, sexualmente no podías estar con tu pareja, porque no te es cómodo, te sientes mal, eras chica, ves que todas las cabras están buenamozas, no podía usar el peto, llena de estrías. Dije ‘no puedo estar así’. Y como en general me tengo mucha fe, dije ‘cuando me opere voy a quedar mina’, y ahí me operé y es lo que ves hoy día.

“Lo hice público y en un momento estaba en un centro comercial y empezó a seguirme gente. Yo dije ‘¿por qué me siguen?, ¿qué dije?’. Se me acerca un hombre y me dice ‘yo quiero regalarle a mi señora una abdominoplastía, ¿me puedes explicar?’.

“Yo le expliqué todo eso y se empezó a comentar. No era porque quería ayudar a la gente, era porque yo sentía que tenía que decirlo, porque mi forma de ser en general siempre ha sido así. Si puedo decir las cosas y te va a ayudar, eso velo tú, pero yo lo digo porque yo lo siento”.

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