El actor se confeso en «Podemos Hablar», recordando una vivencia con la separación de sus padres en la infancia.
Tas un nuevo capitulo de «Podemos Hablar», programa de conversación que transmite Telefe en el país de Argentina, el actor chileno Benjamín Vicuña se sinceró sobre sus separaciones matrimoniales con Carolina Ardohain y la última María Eugenia “China” Suárez, donde mencionemos en ambas relaciones hubieron hijos en en común.
Sin embargo las declaraciones del actor se dieron en la sección “Punto de encuentro”, donde el animador pidiera que pasen al frente “los que piensan que se puede tener una buena relación con su ex”.
En este contexto Vicuña reconoció que “separarse es una cagada gigante, pero también hay que poner en perspectiva las cosas, obviamente hay un ideal, pero tampoco quiero bajar línea porque hay muchas historias”.
El actor dijo empatizar con “el tipo que está re caliente y no quiere ver a su mujer (…) He visto casos realmente horrorosos, de gente que se me acerca y me cuenta algún caso de violencia, o sea que aprendí que hay muchas historias”.
“La verdad es que (mis rupturas) están infladísimas, tergiversadas y amplificadas por lo mediático, pero dentro de todo no dejan de ser separaciones desde el amor (…) dos personas asumieron un fracaso, aunque eso suene a mala palabra”, añadió.
Después Benjamín explicó que “hay gente que me dice que tiene una perimetral, entonces cada uno está con su mambo y yo no le voy a decir a nadie cómo se hacen las cosas. A mí me pegó de esta manera, obviamente que el lugar común, así como la paz en el mundo, es tratar de llevarse bien con un ex, está claro. Yo viví una separación donde mis papás fueron muy radicales, ellos se separaron y yo no los vi juntos nunca más”.
“Esa imagen del papá que ni siquiera quería acercarse a su casa, o a la que fue su casa, te habla un poco de un resentimiento que como niño te das cuenta, que parece que se quieren matar. Creo que cada uno se tiene que ir acomodando, buscando una manera, porque al principio hay una cosa de tiempo, un dolor que necesitas también distancia, porque hay enojo y frustración””, concluyó.