Aunque Andrea Yarur aseguró que la separación fue en buenos términos, nuevas versiones apuntan a infidelidad, conflictos económicos y una grave contradicción en las fechas del romance.
La historia de amor entre Miguelo y Andrea Yarur comenzó de manera pública y mediática. En Navidad de 2023, el empresario le pidió matrimonio a la educadora de párvulos y cofundadora de la productora audiovisual New Beginning Films, consolidando una relación que ya llevaba años bajo el ojo público.
El vínculo avanzó rápidamente y en noviembre de 2024 la pareja contrajo matrimonio, generando amplio interés en la prensa nacional. Sin embargo, a poco más de un año, el matrimonio llegó abruptamente a su fin, sorprendiendo al mundo del espectáculo.
Fue la propia Andrea Yarur quien confirmó la separación en conversación con Glamorama, donde aseguró que ya no estaban juntos, pero que mantenían una relación cordial. “Seguimos siendo amigos porque compartimos y aprendimos muchas cosas”, señaló, descartando públicamente un quiebre conflictivo.
Además, explicó que ambos decidieron seguir caminos distintos, enfocándose ella en su familia y en su trabajo con la productora New Beginning Films, la cual actualmente desarrolla proyectos desde Madrid.
No obstante, una versión muy distinta salió a la luz en el programa Bombastic, donde Cecilia Gutiérrez entregó antecedentes que contradicen el relato oficial y apuntan a un quiebre marcado por fuertes tensiones internas.
Según la periodista, la separación se habría dado en malos términos y estaría vinculada a un supuesto episodio de infidelidad, además de problemas económicos. “Entre la plata y una tercera en discordia, eso es lo que me dicen”, afirmó en el espacio.
La situación se volvió aún más compleja cuando Gutiérrez reveló que fue contactada por Pamela, expareja de Miguelo, quien aseguró haber mantenido una relación con él durante ocho años, extendiéndose —según su versión— hasta 2022.
Aquí surge la mayor controversia: Miguelo ha declarado en entrevistas que su relación con Andrea comenzó en 2019, lo que generaría una superposición de vínculos. Frente a esto, Pablo Candia fue tajante al señalar que “eso quiere decir que jugó a dos bandos”, dejando el escándalo completamente instalado.
