Lisandra Silva enfrentó un fin de semana complejo luego de publicar en su cuenta de Instagram un video donde ofrecía a la venta un coche de bebé perteneciente a su hija Leiah.
La modelo compartió el registro como parte de una “venta de garage”, sin imaginar la polémica que generaría entre sus seguidores y usuarios de redes sociales.
En el video, Silva mostró el coche de paseo Priam Simply Flowers, detallando su excelente estado y el precio de venta: $699.000, con retiro en Lo Barnechea, Región Metropolitana. Además, explicó que cada una de las partes del coche tenía un valor de $200.000, salvo una pieza rota que ofrecía a $99.000. También aclaró que el coche lo había comprado personalmente en Alemania y que esperó cuatro meses para recibirlo.
La influencer destacó que el artículo había sido adquirido con su propio dinero y no mediante canje, asegurando que su intención era revenderlo porque ya no lo utilizaba. Incluso, con humor, comentó: “¡Cómprenlo rápido que me arrepiento y tengo otra hija para usar este coche!”, dando a entender que el producto tenía un valor sentimental.
Sin embargo, la publicación desató una ola de críticas en redes sociales. En TikTok, donde el video se viralizó, cientos de usuarios cuestionaron el alto precio del coche usado. Algunos expresaron que, con ese monto, se podía comprar uno nuevo, mientras otros señalaron que esperaban que Silva donara o regalara el producto en lugar de venderlo.
Los comentarios negativos se multiplicaron rápidamente. “Ama las lucas más que ayudar”, “Las cosas usadas pierden su valor”, y “¿Qué? ¿Viene con la guagua?” fueron algunas de las reacciones más comentadas en la red social, mostrando el malestar de parte del público frente a la actitud de la exchica reality.
A raíz de la controversia, Lisandra Silva decidió eliminar su cuenta de Instagram. Hasta la publicación de la nota, la modelo mantenía su perfil cerrado, evitando así continuar recibiendo mensajes negativos. Su decisión generó aún más comentarios y especulaciones sobre el impacto emocional que pudo tener la avalancha de críticas en su contra.
