Una fuerte controversia se desató en torno a “Fiebre de Baile” luego de la eliminación de Michelle Carvalho.
La modelo brasileña, visiblemente molesta, acusó manipulación en las votaciones del programa y aseguró que la producción ejercía presiones sobre los participantes para generar conflictos entre ellos. Según sus declaraciones, el objetivo era provocar momentos de tensión para aumentar la audiencia y las visualizaciones del espacio.
El capítulo del miércoles 22 de octubre fue clave en la polémica. En esa emisión, los cuatro puntajes más bajos —Michelle Carvalho, Nicole Moreno, Raimundo Cerda y Carlyn Romero— se enfrentaron para definir quién continuaba en competencia. Finalmente, Luli fue salvada por el voto popular, Cerda obtuvo la mejor evaluación del jurado y la definición quedó entre Carvalho y Romero. La venezolana logró imponerse con 24 puntos frente a los 19 de la brasileña, sellando su salida del programa.
Tras su eliminación, Michelle se mostró tranquila y hasta humorística. Declaró que había estado pidiendo salir desde hacía días, y que se iba feliz, incluso bromeando con que se marcharía “a mover la raja a Turquía”. Horas más tarde, publicó en sus redes sociales un breve mensaje que resumía su sentir: “Libre soy”. Sin embargo, su actitud cambió por completo al aparecer en el programa posterior, el “Var-after”, donde lanzó duras acusaciones contra el formato.
En conversación con Juan Pablo Queraltó, la ex chica reality afirmó que en el programa “te inducen a decir cosas que no quieres”, refiriéndose a las estrategias de producción para generar polémicas. Según explicó, se le pedía hacer comentarios despectivos sobre sus compañeros, algo a lo que se negó rotundamente. “Esto es trabajo, todos estamos acá dando lo mejor. No soy quién para hablar mal de nadie”, recalcó la modelo, visiblemente molesta.
Carvalho también apuntó a la responsabilidad del programa en la ola de comentarios negativos del público. A su juicio, las provocaciones y conflictos promovidos en pantalla generan un ambiente de odio en redes sociales, con comparaciones e insultos hacia los participantes. “Con esos comentarios maliciosos se desata una locura en el público”, expresó, mostrando su descontento con el trato recibido.
Además, la modelo defendió a su compañera Skar, asegurando que ha sido víctima de injusticias dentro del concurso. Dijo que, pese a ser una bailarina profesional y esforzada, el jurado no la ha favorecido y la hace perder semana tras semana. Según Carvalho, esto formaría parte de una estrategia del programa para mantener el drama y la controversia entre los participantes, más que premiar el talento.
Finalmente, Michelle remató sus dichos acusando manipulación en las votaciones. “Lo hacen a propósito, porque vende, porque es morbo. Siempre hay manipulación de votos, esos votos son súper truchos”, sentenció. Ante esto, el animador intentó aclarar que las evaluaciones se realizan ante notario, pero la modelo lo desmintió tajantemente, asegurando que “no hay notario”. Sus declaraciones provocaron un intenso debate en redes sociales, donde muchos espectadores apoyaron sus acusaciones y cuestionaron la transparencia del programa.
