Una trágica situación ocurrió la noche del domingo en Cerro Navia, cuando Yaidy Gárnica Carvajalino, una mujer venezolana de 43 años, fue asesinada de un disparo en el cuello con una escopeta.
El hecho se produjo durante una pelea que surgió en medio de una celebración por el Día del Padre. Todo habría comenzado debido a ruidos molestos provocados por música a alto volumen proveniente de la vivienda de la víctima.
De acuerdo con la información preliminar, la discusión se habría iniciado debido a la molestia de vecinos por el volumen de la música, lo que generó un altercado que terminó en un acto de violencia fatal. El caso ha conmocionado a los residentes del sector y ha motivado el inicio de una investigación por parte de las autoridades para esclarecer lo ocurrido.
CHV Noticias recogió los testimonios de dos mujeres que presenciaron parte de los hechos. Una de ellas fue quien asistió a la víctima en sus últimos momentos. Según relató, al ver a Yaidy en el suelo llamó inmediatamente a una ambulancia, pero esta tardó más de 40 minutos en llegar, lo que complicó aún más la situación.
La testigo señaló que su hijo también intentó ayudar a la mujer trasladándose hasta una posta cercana, pero allí no quisieron acudir al lugar sin una autorización. Además, indicó que ella misma revisó los signos vitales de la víctima y los notó muy débiles hasta que finalmente desaparecieron.
«Vi a la niña en el suelo, llamé a una ambulancia, pero se demoró demasiado… Llamé a una ambulancia, pero se demoró demasiado, más de 40 minutos. No quisieron venir porque dicen que tienen que tener una autorización (…) Escuché gritos. Tomé signos vitales a la mujer y los tenía demasiado débiles, a medida que pasaba el tiempo no se los sentía»
La segunda testigo, quien prefirió mantener el anonimato, aseguró que no era la primera vez que ocurrían conflictos entre la víctima y los vecinos por el volumen de la música. Comentó que Yaidy acostumbraba a poner música fuerte todos los fines de semana, lo que generaba molestia constante en el sector.
La mujer detalló que entre los vecinos afectados había niños pequeños, uno de ellos con autismo, que sufrían debido al volumen elevado. A pesar de los reiterados reclamos, según ella, Yaidy nunca hizo caso a las advertencias ni bajó el volumen, lo que generó un ambiente de tensión constante.
Finalmente, relató que el día del crimen las vecinas nuevamente fueron a reclamar por el ruido, y al no recibir una respuesta favorable, el conflicto escaló. Al parecer, el marido de una de las vecinas llegó al lugar y se enfrentó con la pareja de la víctima, lo que derivó en el fatal desenlace. La investigación sigue en curso para determinar responsabilidades.
