La animadora abordó en televisión su segunda separación, detallando las razones por las que su hija no mantiene contacto con su padre y las condiciones que exigiría para retomar las visitas.
Pamela Díaz se refirió públicamente a los problemas que arrastra tras su segunda separación, revelando que su hija no ve a su padre desde hace seis años. La animadora entregó el testimonio en el programa Hay que decirlo de Canal 13, donde abordó sin filtros la compleja relación con su exmarido, Fernando Téllez.
La conversación surgió mientras en el espacio analizaban el divorcio de Faloon Larraguibel y Jean Paul Pineda, situación que podría derivar en una disputa por la regulación de visitas de sus hijos. Fue en ese contexto que Díaz decidió compartir su experiencia personal, marcada —según dijo— por procesos judiciales y decisiones difíciles como madre.
La comunicadora recordó que ha enfrentado dos divorcios: el primero con el exfutbolista Manuel Neira, con quien aseguró no tener mayores conflictos, y el segundo con Téllez, vínculo que calificó como mucho más complejo. “He ido a tribunales, tengo dos separaciones… pero en la última relación, mi hija no ve a su papá hace seis años”, afirmó.
Consultada sobre si su hija manifestaba deseos de retomar el contacto con su padre, Pamela explicó que eso ocurrió solo al inicio de la separación. Con el tiempo, dijo, el proceso cambió gracias a apoyo psicológico, deporte y una red familiar sólida, lo que permitió que la menor siguiera adelante sin mayores conflictos emocionales.
“Mi hija sabe todo muy bien”, sostuvo Díaz, agregando que incluso hoy pueden hablar del tema con naturalidad. “Nos reímos de situaciones, porque tenemos una forma distinta de ver la vida”, comentó, dejando en claro que ha intentado manejar el conflicto desde la contención y la honestidad.
Más adelante, la animadora explicó que la distancia entre su exmarido y la menor responde a problemas conductuales, aclarando que nunca ha sido su intención impedir el vínculo. Eso sí, fue enfática en señalar que solo permitiría visitas si existe una autorización judicial, junto con tratamientos y evaluaciones médicas que respalden la decisión.
“Yo no tengo problema que los papás vean a mis hijos, si están bien y pueden apoyarlos”, afirmó. Sin embargo, remarcó que como madre no expondrá a su hija hasta que un juez determine que las condiciones son seguras. “Si el juez me mira a la cara y me dice que está perfecto, yo le paso a mi hija”, cerró Pamela Díaz, reafirmando su postura.
