El trabajador del restaurante en Fundo Las Tórtolas, hoy considerado sujeto de interés, detalló qué hizo el día del extravío de la adulta mayor y cómo la exposición pública ha afectado su vida.
A más de un año y medio de la desaparición de María Ercira Contreras, la investigación apunta ahora a un garzón del restaurante en el Fundo Las Tórtolas como nuevo sujeto de interés. El trabajador decidió hablar con Contigo en la Mañana para aclarar su rol durante ese día, luego de que su presencia comenzara a generar dudas.
El hombre explicó que las imágenes donde aparece en el patio usando su teléfono corresponden, según él, a momentos en que estaba buscando a la adulta mayor. Aseguró que todos los empleados estaban realizando la misma labor y que, al tratarse de un recinto privado, ellos tenían libertad para recorrer el lugar.
Consultado por la corta duración de su búsqueda, el garzón sostuvo que solo dio “una vuelta por atrás” antes de volver a entrar al restaurante, ya que no contaba con más tiempo para continuar colaborando.
Respecto a la llamada telefónica captada por las cámaras, indicó que hablaba con un familiar preocupado por la desaparición de la mujer de 86 años. Afirmó que esa conversación no tenía relación con ningún otro tipo de acción.
El trabajador confirmó que nunca fue citado formalmente por la PDI ni entregó declaración en dependencias policiales. Sin embargo, aseguró haber conversado con agentes cuando estos acudieron al restaurante durante las primeras diligencias.
Sobre el impacto del caso en su vida, el garzón sostuvo que su imagen “se fue al piso” debido a las sospechas mediáticas. Recalcó que tiene la conciencia limpia, que jamás se ha negado a declarar y que su familia está afectada por la exposición pública.
Finalmente, su presencia genera dudas porque, según la familia de María Ercira, el día de la desaparición solo deberían haber trabajado mujeres, y además él no aparece en la lista oficial de citados a declarar ante la PDI.
