Leonardo Vallana hizo su entrada a «Mundos Opuestos» con un claro objetivo: enfocarse en Daúd Gazale y desgastarlo psicológicamente para sacarlo de la competencia.
Desde el principio, quedó evidente su fijación por el exfutbolista, a quién simplemente no lo solto.
Princeso reingresó al reality con gran despliegue, montado sobre un trono sostenido por seis colaboradores de Atenea. Su llegada fue marcada por declaraciones de ambición: aseguró que venía a la final, a ganar y a eliminar a alguien, aunque no especificó a quién.
Durante su presentación, Princeso insistió en que estaba preparado y sin miedo. Reiteró su intención de llegar a la final sacando a una persona, dejando entrever que su objetivo principal sería Daúd Gazale.
El primer encuentro entre Princeso y Daúd estuvo cargado de tensión y sarcasmo. Daúd le lanzó un comentario pesado sobre su apariencia «Llegaste más flaco, pero las tetas igual se te asoman».
En tanto, Princeso respondió con ironía, destacando la supuesta admiración del público hacia el exfutbolista.
» A este hue… lo idolatran, la gente lo ama. Ahora sí que van a ir a su despedida. Lo van a estar esperando en el aeropuerto, para sacarle la con…», comentóPrinceso.
Dentro de la casa, la tensión se intensificó. Princeso expresó su molestia por la manera en que Daúd competía y cómo percibía la atención que recibía fuera del reality, mientras Samira Jalil le comentaba sobre la popularidad del deportista.
«Oye, Daúd, me encanta el cariño que te tiene la gente afuera», señaló irónicamente. Esto causó una risa en el deportista, quien solo comentó «qué es hue…».
Finalmente, Princeso relató los conflictos pasados con Daúd y su percepción sobre el favoritismo que recibía.
«El problema es que él te cuestiona todo, anda tú a cuestionarlo a él. Él te puede mirar en menos todo lo que tú haces, pero anda enfrentarlo como le enfrenté como lo enfrenté yo. Todos son chupa media, menos yo. Yo nunca le compré nada y por eso teníamos encontrones, porque andaban todos detrás de él. Yo fui en contra de él y ahí fue donde quedaba la cag…», contó.

