Cony Capelli reveló el peor error que jamás podría volver a repetir cuando era adicta «Me fui destruyendo»

Cony Capelli reveló el peor error que jamás podría volver a repetir cuando era adicta «Me fui destruyendo»

Constanza “Cony” Capelli sorprendió con una dura y emotiva confesión en el último capítulo de Podemos Hablar de Chilevisión.

La bailarina y exchica reality abrió su corazón para hablar por primera vez sobre los años más oscuros de su vida, marcados por su adicción a la cocaína, la pérdida de rumbo y un periodo en el que llegó a vivir en una casa abandonada.

La joven de 29 años relató que su acercamiento a las drogas comenzó como una forma de escapar del dolor y los traumas que arrastraba desde su infancia. “Tuve que poner límites en situaciones de mi vida, y otros no los puse porque era muy pequeña. Eso generó en mí muchos traumas más adelante”, explicó con honestidad.

Capelli contó que la danza fue su gran refugio durante su niñez y adolescencia, ayudándola a mantener cierta estabilidad emocional. “El ballet me dio la disciplina necesaria para no haber caído antes. Estoy tan agradecida de la danza porque fue mi familia”, dijo. Sin embargo, al dejarla a los 18 años, su vida se desmoronó: “Fue primero marihuana, después alcohol, cigarro, y de ahí fui escalando hasta llegar a la cocaína. Me fui destruyendo de a poco”.

En su testimonio, reveló que su consumo llegó a ser casi diario. “Usaba de lunes a sábado. No trabajaba, no llegaba a las pegas, empecé a perderlo todo”, recordó. La situación se volvió tan crítica que terminó sin hogar y debió refugiarse junto a una amiga en una vivienda abandonada. “Dormíamos en el suelo, no teníamos ni para comer. Era una casa con pulgas, ratones, de todo. Consumíamos porque la cocaína te quita el hambre”, relató con crudeza.

La exchica reality recordó que llegó a ese lugar tras ser echada de la casa de un amigo. “Cuando llegamos, era una casa abandonada, llena de insectos y suciedad, pero no tenía otra opción. Era eso o la calle”, confesó entre lágrimas. Con el tiempo, su cuerpo comenzó a resentirse: “Perdí toda mi masa muscular, la piel se me puso opaca, los dientes amarillos. Me miraba y no me reconocía”.

Cony también abordó lo fácil que fue acceder a la droga a su edad. “Conseguir droga siendo mujer es muy fácil. Yo tenía 19 años, estaba en el mundo de la música electrónica, y me ofrecían todo. Nunca tuve que pagar. En ese ambiente, las mujeres éramos vistas como carne fresca”, aseguró, lamentando la vulnerabilidad que vivió en esa etapa.

Finalmente, expresó que se siente agradecida de haber sobrevivido y poder contar su historia. “Hubo muchas veces en que pensé que me iba a morir. Pero hoy miro hacia atrás y me abrazo, porque sobreviví. Me siento afortunada de estar viva y de haber encontrado personas buenas, incluso en medio del dolor”, concluyó, emocionando a los presentes.