Una emotiva jornada se vivió en Mundos Opuestos cuando Alan Didier fue sorprendido con la visita de sus seres queridos.
El joven participante de Temuco recibió en la casa del reality a sus abuelos, Nieves y Juan Carlos, junto a su madre, Karen, en un reencuentro cargado de lágrimas, risas y cariño.
El momento ocurrió durante la mañana, mientras Alan dormía junto a Valentina, su actual interés amoroso dentro del encierro. Los llamados de su familia desde el exterior lograron despertarlo, y al reconocer sus voces, corrió emocionado a abrazarlos, sin poder contener la alegría por verlos nuevamente.
Entre risas, Alan contó que “estaba durmiendo con una chiquilla”, y luego presentó a Valentina como “una amiga”. Sin embargo, poco después confesó lo que realmente sentía: “Lo que menos me esperé era estar acá con alguien, pero la conocí a ella y es simpática. Esa niñita rubia”, expresó, dejando ver el vínculo especial que ha formado dentro del programa.
Uno de los momentos más comentados llegó gracias a su abuelo Juan Carlos, quien, ajeno a las nuevas historias amorosas del reality, preguntó con naturalidad: “¿Y la Eskarcita?”. La broma provocó carcajadas entre todos los presentes, especialmente cuando agregó con picardía: “Parece que no puedes estar solo”.
Durante el desayuno, Alan se abrió sobre su relación con Valentina Concha, destacando que la conexión entre ambos fue creciendo con el tiempo. “Tenemos historias de vida muy parecidas. Ella es más grande que yo, tiene 29 años. Es una persona en la que confío mucho, tiene carácter y es muy protectora”, dijo, dejando ver la madurez del lazo que han construido.
Antes de despedirse, Atenea, una de las participantes, agradeció la visita de la familia con sentidas palabras: “Su presencia ha llenado este espacio con la calidez del sur. Los felicito por la tarea que han hecho criando a Alan”. La abuela, conmovida, se llevó un recuerdo especial del paso por el programa: un poncho del “Pasado”, símbolo del cariño con que fue recibida en la casa.
