La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó una dura sanción contra Canal 13 y su programa “Hay Que Decirlo”, luego de que el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) determinara que se emitió contenido inapropiado en horario de protección al menor.
El tribunal rechazó la apelación presentada por la estación televisiva, dejando firme la multa impuesta de 80 UTM, equivalente a cerca de 5,5 millones de pesos.
El episodio en cuestión fue transmitido el 5 de septiembre de 2024, cuando la tarotista Vanessa Daroch participó en el panel conducido por Nacho Gutiérrez y Pamela Díaz. En esa ocasión, los animadores y panelistas abordaron el tema de los “amarres”, rituales populares que supuestamente buscan fortalecer relaciones amorosas, lo que generó un alto nivel de controversia.
La polémica surgió específicamente por una parte del diálogo en la que se hizo referencia a “fluidos biológicos” utilizados en este tipo de rituales. Según el fallo judicial, este detalle fue considerado como un contenido “inapropiado” para el horario en que se emitió el programa, ya que coincide con momentos del día en que niños y adolescentes suelen estar frente al televisor.
En su defensa, Canal 13 argumentó que el panel nunca buscó promover dichas prácticas y que, por el contrario, tanto los conductores como la invitada advirtieron sobre los peligros y consecuencias negativas de los “amarres”. Además, aseguraron que el enfoque del segmento estuvo orientado a fomentar el amor propio y la autoestima, descartando cualquier intención de incentivar conductas dañinas.
Pese a estas justificaciones, la Corte estimó que el contenido vulneró los límites del horario de protección y que, independientemente de la intención del programa, el material emitido podría afectar negativamente el desarrollo físico y mental de los menores.
En ese sentido, el fallo destacó la importancia de resguardar el “interés superior del niño” y la finalidad protectora de la televisión en esas franjas horarias.
Con esta resolución, Canal 13 deberá pagar la multa impuesta por el CNTV, marcando un nuevo precedente en torno al control del contenido televisivo emitido durante el día. El caso reavivó el debate sobre los límites de la televisión en vivo y la responsabilidad de los canales en la supervisión de temas sensibles tratados en programas de conversación o entretenimiento.