Camila Andrade fue la gran invitada del estelar Only Fama de Mega, donde entregó su versión sobre la mediática ruptura con Francisco Kaminski.
La modelo aclaró varios puntos que han circulado en la prensa, desde los rumores de préstamos económicos hasta episodios privados que marcaron el quiebre definitivo de la relación.
La ex Calle 7 recordó que uno de los primeros golpes a la estabilidad de la pareja ocurrió cuando el nombre de Kaminski apareció vinculado a la investigación judicial por el asesinato de Felipe Reyes, conocido como El Rey de Meiggs. Ante esa situación, Andrade decidió abandonar el departamento que compartían, considerando que no era seguro ni para ella ni para la familia del animador.
Durante ese período, ambos se albergaron en la casa de un familiar de Andrade. Fue allí donde juntos presenciaron la entrevista que Only Fama le realizó a Edith Poblete, la primera esposa de Kaminski. El testimonio de la mujer fue un punto de quiebre para la modelo, quien confesó que al escucharlo sintió un “mazazo en la cabeza” y que desde entonces nada volvió a ser igual en la relación.
“Sentí que la entrevista era honesta, y a partir de ese momento hubo un antes y un después para mí”, relató Andrade, dejando en claro que esa fue una de las instancias más determinantes para dar por terminada la historia con el locutor radial.
En el mismo espacio, Andrade reveló que otro factor que desgastó la relación fue el consumo problemático de alcohol de Kaminski. Según su relato, hubo episodios sociales donde él “se pasó de copas”, lo que la llevó a marcar límites claros y a pedirle que dejara la bebida. “Sí, es cierto. Le pedí que lo dejara y él tomó la decisión de hacerlo desde fines de diciembre”, aseguró.
No obstante, admitió que la situación continuó afectándolos. Andrade recordó que en una ocasión, Kaminski llegó a su departamento en malas condiciones y reconoció haber bebido. Aquello generó una fuerte decepción y un sentimiento de rechazo que ella misma le transmitió.
Finalmente, Andrade explicó que no quería exponer públicamente este problema, ya que pertenece a la vida privada de su expareja. Sin embargo, señaló que terminó involucrándola directamente, lo que la obligó a aclarar los hechos. “No quería mencionarlo, pero me salpicó a mí”, cerró, confirmando así que la confianza y el respeto en la relación ya estaban rotos.