Francisco Kaminski volvió a estar en el centro de la noticia este viernes 25 de julio, luego de acudir a la Subcomisaría de Lo Barnechea para denunciar amenazas de muerte que recibió por mensajes telefónicos.
El episodio se dio a conocer días después de que se revelara su vínculo económico con José Felipe Reyes Ossa, conocido como el “Rey de Meiggs”, asesinado el pasado 19 de junio en Santiago.
De acuerdo con información entregada por Meganoticias, el animador fue intimidado mediante un mensaje de WhatsApp proveniente de un número desconocido. En dicho mensaje, el remitente le exigía realizar un depósito bancario, aunque no se especificó el monto en la denuncia original. Kaminski, sin embargo, decidió no acceder a la extorsión.
La periodista Cecilia Gutiérrez entregó más antecedentes a través de sus redes sociales. Detalló que Kaminski recibió el mensaje alrededor de las 17:00 horas, y que este contenía información personal sobre su exesposa, Carla Jara, y su hijo, lo que incrementó la preocupación por la seguridad de su familia.
Gutiérrez aseguró que esta no sería la primera vez que Kaminski enfrenta este tipo de amenazas. Según relató, en el mensaje lo presionaban con frases como “¿quieres que lo solucionemos por las buenas o por las malas?” y afirmaban haberlo seguido hasta el casino Enjoy durante el fin de semana.
La situación escaló cuando el extorsionador exigió el pago de $3 millones antes de la medianoche, proporcionando una cuenta bancaria y un correo para que Kaminski realizara el depósito. Ante la gravedad de los hechos, el comunicador acudió de inmediato a Carabineros, y su denuncia fue acogida por la Fiscalía.
Como respuesta, las autoridades decidieron implementar medidas de protección para el animador. Según Gutiérrez, la fiscal a cargo ordenó rondas periódicas de Carabineros en su domicilio por un período de 30 días, además de entregarle el contacto directo del plan cuadrante para actuar rápidamente ante cualquier nueva amenaza.
Este nuevo episodio mantiene a Francisco Kaminski bajo un tenso clima de inseguridad, en medio de una compleja situación mediática y judicial que se desató tras la muerte del “Rey de Meiggs” y la exposición de su lista de deudores, entre los que figura el nombre del comunicador.