Pamela Díaz reveló que que no soportaba a querida figura de TVN: «La pelé…. ¿cómo van a contratar a esta otra? «

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Pamela Díaz sorprendió al hacer una confesión sincera en el programa Hay que decirlo, donde comentó que en el pasado no soportaba a la reconocida figura de TVN, María Luisa Godoy.

Durante una conversación distendida con Nacho Gutiérrez y el panel, la ‘Fiera’ relató sin filtros que había emitido juicios duros sobre la animadora, reconociendo incluso que la criticó en reiteradas ocasiones.

“Sabes qué… No me caía mal, pero me pasaba algo con Mari Godoy. No había caso con la cabezona, la juzgué muchas veces. Hasta la pelé”, confesó Pamela, sacando carcajadas, pero dejando en claro que esa percepción negativa fue real por mucho tiempo. Aun así, contó que tuvo el valor de decirle esto en persona a la animadora.

Pamela explicó que su rechazo hacia María Luisa tenía relación con lo que ella consideraba una injusticia laboral en el mundo de la televisión. Contó que mientras ella enfrentaba despidos tras sus embarazos, veía cómo Godoy avanzaba con oportunidades en pantalla. “Decía: ‘¿Cómo van a contratar a esta otra? ¿Será dueña de TVN?’. Yo cada vez que estaba preñada, me echaban”, relató.

Esa comparación la llevó a desarrollar un prejuicio hacia su colega, hasta que finalmente la conoció en persona. Fue ahí donde su opinión cambió radicalmente: “Es un amor, la quiero harto a la cabezona. Amiga, te quiero… pero me cae mejor su marido”, añadió en tono de broma, mostrando la evolución de su relación con la conductora de TVN.

Nacho Gutiérrez, cercano amigo de ambas, intervino en la conversación y contó que durante años intentó que se acercaran y se entendieran mejor. “Ahora son íntimas, cuando se juntan ni me llaman”, bromeó, evidenciando que hoy existe una gran amistad entre ambas mujeres.

La conversación generó risas y complicidad entre los panelistas, quienes valoraron la capacidad de Pamela para reconocer su error, pero también para hablar con transparencia de sus sentimientos pasados. Su testimonio fue visto como una muestra de madurez y evolución personal.

Este episodio dejó en evidencia no solo los vaivenes de las relaciones en el mundo del espectáculo, sino también cómo los prejuicios pueden deshacerse con el tiempo y el trato humano, incluso entre figuras públicas con historias muy distintas.