En un reciente adelanto del próximo capítulo de Mundos Opuestos, el polémico participante conocido como «Princeso» generó controversia al utilizar su propia orina como dentífrico.
Según explicó en pantalla, se trata de una práctica inspirada en la antigua Roma, donde —afirmó— se usaba la orina como un blanqueador dental natural. Esta insólita conducta fue rápidamente viralizada por su rareza y lo cuestionable de su higiene.
Desde su ingreso al reality de Canal 13, el exintegrante de La Vega ha llamado la atención por su excéntrica personalidad, asegurando tener vínculos con la mitología griega. Se autodenomina “Semidiós”, “Hijo de Zeus” y afirma tener “sangre dorada de los dioses”, lo que refuerza su tendencia a replicar prácticas antiguas como parte de su narrativa personal.
Su insólita técnica dental, aunque chocante, tiene antecedentes históricos reales. Según National Geographic y el investigador Carlos Oteo, profesor de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid, durante el Imperio Romano la orina humana fue utilizada como ingrediente base para la limpieza dental, combinada con vinagre, miel, sal y cristal molido, conformando así una de las primeras “pastas dentales”.
El secreto detrás de esta práctica radica en el amoníaco presente en la orina, un compuesto con propiedades desinfectantes y blanqueadoras. De hecho, se dice que los romanos importaban orina desde Lusitania (actual Portugal), considerada la más fuerte y efectiva. Estos frascos eran vendidos en el mercado con fines dentales, según documenta National Geographic.
Sin embargo, el uso moderno de la orina en tratamientos de salud está lejos de estar avalado por la ciencia. El sitio University of Pittsburgh Medical Center señala que, aunque la orina fue usada en la antigüedad para tratar acné, infecciones o como recurso de supervivencia, no existen estudios clínicos que respalden beneficios tangibles para el organismo. De hecho, se advierte que puede empeorar algunas condiciones si se usa de forma inapropiada.
El gesto de «Princeso» generó duras reacciones entre sus compañeros del encierro, quienes ya habían expresado molestias por su actitud poco empática. Este nuevo episodio no solo profundiza su imagen de personaje excéntrico, sino que refuerza la controversia que lo rodea, manteniéndolo como una figura central —y divisiva— en la trama del reality.
En resumen, aunque el uso de orina como dentífrico tiene fundamentos históricos reales, su aplicación actual sigue siendo altamente cuestionada tanto por razones médicas como sociales. El caso de «Princeso» refleja cómo la televisión de realidad mezcla elementos de historia, espectáculo y polémica, todo en nombre del rating.