Carla Ochoa mostró su hogar en un nuevo episodio de La Divina Comida, donde fue anfitriona de Eva Gómez, Rodolfo Carter y Gabriel Prieto.
La modelo abrió las puertas de su casa antes de recibir a sus invitados, permitiendo un recorrido por los espacios más personales y significativos para ella.
Uno de los elementos que más llamó la atención fue una pintura con siete caballos blancos sobre un fondo celeste. Para Ochoa, los caballos son animales que simbolizan emociones profundas, amor y sensibilidad. Explicó que cada caballo en la obra representa un estado emocional distinto, como tristeza, alegría o ansiedad, reflejando momentos vividos por ella.
En la decoración del living, también destacaban figuras de animales. En la mesa de centro había una escultura de un gran felino, que podría ser una pantera o un jaguar, animales que ella asocia con fuerza y poder. En otro rincón, tenía una colección de elefantes, inspirada en una experiencia vivida con estos animales en el sudeste asiático.

Más adelante, Carla mostró uno de los espacios más íntimos de su hogar: su walking closet. Allí guardaba no solo ropa y zapatos, sino también peluches, premios y recuerdos especiales, como la corona que usó cuando fue reina de La Pampilla en 2007. Mostró con orgullo sus tres Copihues de Oro, los cuales guarda con mucho cariño.
También compartió un reconocimiento que recibió de Mujeres Influyentes, en honor a su trayectoria como emprendedora. Contó que ha formado parte de una comunidad de mujeres exitosas y empoderadas, y que incluso dio una charla sobre su emprendimiento Siddharta, que lleva cuatro años en funcionamiento.

Para cerrar el recorrido, mostró la vista panorámica desde su ventanal, la cual considera su lugar favorito. Dijo que no solo le gusta por la vista en sí, sino porque es el espacio donde puede relajarse y desconectarse, un rincón de calma que considera su refugio personal.
