Waldo Villarroel, finalista de la segunda temporada de Gran Hermano Chile, ha comenzado a cumplir uno de sus sueños más grandes: estudiar locución comercial.
Esto se hizo posible gracias a Jennifer Galvarini, conocida como La Pincoya, también finalista de la primera temporada del mismo reality, quien le regaló una beca para un curso de locución en el que ambos participan.
Galvarini tuvo la oportunidad de entregar dos becas a personas interesadas en la locución, y decidió otorgar una de ellas a Villarroel.
Él había demostrado su afición por la locución dentro de la casa de Gran Hermano, imitando con frecuencia al reconocido relator deportivo Claudio Palma. La conexión surgió a través de redes sociales, donde La Pincoya contactó a Waldo para ofrecerle la beca.
Waldo expresó su profunda gratitud, señalando que este regalo era un sueño hecho realidad. Comentó que desde los 16 años había tenido el deseo de estudiar locución, y que ahora, gracias a esta oportunidad, podrá profundizar en una pasión que ha tenido desde joven.
El joven oriundo de Illapel, en la región de Coquimbo, destacó lo inesperado que fue recibir la ayuda y agradeció a La Pincoya por considerarlo para la beca. Para él, fue una bendición y una muestra de solidaridad que no esperaba.
A pesar de no conocer personalmente a La Pincoya, Waldo manifestó su deseo de poder agradecerle en persona. Comentó que no cualquiera ofrecería ese tipo de ayuda y que espera poder compartir con ella para expresar su gratitud.
La historia de Waldo Villarroel refleja el impacto que las oportunidades pueden tener en la vida de las personas, y cómo los sueños pueden volverse realidad gracias a la generosidad de otros, como en este caso con la beca de La Pincoya.
