Camila Andrade compartió una sincera reflexión sobre la sorpresa que recibió en «Gran Hermano» cuando su pareja, Francisco Kaminski, la llamó inesperadamente.
En una conversación con Iván Cabrera y Patricio Esteffan, habló de sus emociones y del impacto que tuvo la llamada en medio del aislamiento que viven en el reality.
La conversación surgió mientras hablaban sobre el estado anímico de Pato, quien extrañaba a su familia y deseaba saber cómo estaban.
Camila mencionó que la llamada sorpresa de Kaminski ocurrió cuando llevaban aproximadamente una semana y media en el programa.
Si bien fue un momento hermoso escuchar su voz y sentir su apoyo, ella expresó que le hubiera gustado saber más sobre cómo estaban él y su familia, ya que ellos pueden verlos, pero los participantes están completamente aislados.
Aunque Camila agradeció el gesto, confesó que fue un momento confuso. Estaba nerviosa y la llamada fue tan inesperada que no tuvo tiempo de procesar bien lo que sucedía.
«Estaba tan nerviosa, lo mío fue muy inesperado, no sabía quién era, qué era, todo el mundo escuchando por altoparlante, contestó Sebastián (Ramírez), no contesté yo. Una hueá muy rara, muy frickeado».
La conversación se volvió aún más íntima cuando Camila comentó que, a pesar de que Francisco le dijo muchas cosas, apenas pudo recordarlas al día siguiente.
El tiempo que duró el contacto fue tan breve que, según ella, «se desvanece rápido», lo que la dejó con una sensación de vacío.
En conclusión, aunque la llamada de Kaminski fue significativa, el contexto del aislamiento y el formato del programa impidieron que Camila pudiera aprovechar plenamente el momento, dejándola con el deseo de un contacto más prolongado y personal.