La acción provocó el repudio de congresistas oficialistas y algunos de la oposición, quienes no dudaron en pedir medidas en su contra
La ola de reacciones que generó el violento actuaría de Javier Soto, popularmente conocido como “Pastor Soto”, contra de las diputadas Daniela Serrano, Marcela Riquelme y Marisela Santibáñez, no se detiene.
La diputada Ana María Gazmuri dijo que Soto “es un delincuente” que “brutalmente increpó a nuestra compañera, la diputada Marisela Santibáñez, violentando la memoria de su hija. Indignante y doloroso. Exigimos que la Mesa de la Cámara se pronuncie al respecto y tome acciones”.
En tanto, la vicepresidenta de la Cámara,Catalina Pérez (RD) lo calificó como “un peligro para la integridad física y mental de parlamentarios y funcionarios del Congreso”. Por ello, como mesa, interpondrán una denuncia en su contra y respaldarán las acciones de las diputadas afectadas. “Ni un centímetro a quienes violentan en nombre de Dios”, dijo.
Por su parte, el diputado Andrés Celis, dijo “Es habitual encontrarlo fuera del Congreso acosando e insultando impunemente. La Corporación debe tomar medidas al respecto”, instó el parlamentario de la oposición.
Francesca Muñoz, del Partido Social Cristiano, quien calificó como “un hecho grave” las palabras de Soto hacia la diputada Santibáñez, “donde se hace mención a su hija”.