La influencer Naya Fácil, recordó parte de su pasado antes de ser tan viral, revelando situaciones que quisiera no haberlas vivido
La joven influencer Naya fácil, quién cuenta a sus seguidores su día a día y aumentan tanto sus adherentes como detractores, ya que algunos no creen que lo que ella realiza sea «Normal»
La influencer, en noticias anteriores, reveló tener una problemática adicción al tusi, esa vez se sinceró en una conversación con Pousta, en donde profundizó su la dura infancia en la pobreza y con un padre abusador.
La joven, a pesar de ser todo un fenómeno en redes sociales y mostrar constantemente su diario vivir, evita entregar mucha información sobre su pasado. Confesó al medio que creció en una precaria casa en una ciudad al sur de Chile, donde se colgaban de la electricidad y que, hasta los 16 años, no contaban con ducha.
Es por eso, que Naya contaba los días para salir de ahí y encontrar su propio camino. “Yo me mentalicé: quería plata. Mi sueño era tener una casa linda, mía, no tenía tiempo que perder, tenía que salir de ahí”, contó, asegurando que no tiene buena relación con sus padres.
“Hubo mucha violencia y maltrato. Me pegaban mucho. Me hice pipí en la cama hasta los 15 años, nunca supe por qué, y por eso me pegaban con el cinturón hasta dejarme tiritando de dolor. Esas son cosas que a veces quisiera olvidar”, confesó.
Señaló escuetamente que sufrió comportamientos inapropiados de índole sexual por parte de su propio padre. “Él hizo cosas que no están bien y eso no lo cuento en mis redes sociales, porque no quiero ver comentarios”, se sinceró.
“Esta es la primera vez que lo cuento”, comentó Naya.
También reveló que a los 14 años conoció el internet y se creó una cuenta de Facebook. “Yo fui trabajadora sexual, ya no. Pero lo primero que hice fue para redes sociales, y a los 14 conocí el dinero, comencé a agarrarle cariño a eso. Yo no perdí la virginidad por amor, como uno lo ve en las películas”, relató.
Ya al tener la mayoría de edad, sus padres se separaron y Naya llegó hasta Santiago con su hermana y su madre. Arrendaron una pieza pequeña y cara.
Recordemos que la joven se mantiene actualmente alejada de las drogas y la vida nocturna que la llevó a la adicción. Al momento de la entrevista con Pousta, Naya llevaba 25 días sin consumir ni ir a fiestas.
Contó que se mantiene ocupada con proyectos, entrevistas y sesiones de fotos para evitar recaer. Confesó que aun no ha pedido ayuda pero que lo hará si es necesario. A su lado ha estado su gran apoyo en su vida, que es su hermana.