Ya se cumplió un mes desde el nacimiento de Magnolia, la hija de la actriz argentina María Eugenia ‘China’ Suárez y Benjamín Vicuña, una de las parejas más populares de los últimos tiempos.
Y desde que se supo que era una niña, de inmediato —y de manera casi inevitable— muchos recordaron a Blanca, la hija mayor del actor y de su expareja, Carolina ‘Pampita’ Ardohain, quien falleció en 2012 debido a una severa neumonía, la que se agravó por una bacteria.
Y fue el pasado lunes que Vicuña asistió al programa argentino El diario de Mariana, en el cual se refirió al nacimiento de Magnolia y cómo le sigue afectando la terrible pérdida de su hija mayor, tema que —aseguró—, le es muy difícil tratar.
“Es algo absolutamente personal, no hay una receta, se extraña a morir, pero con amor y fe se reconstruye el dolor y puede transformarse en una sonrisa (…) La vida y Dios te da cosas, la naturaleza es maravillosa y yo no puedo dejar de sentir, sobre todo con un bebé recién nacido, que la vida hay que vivirla, que hay que apostar por ella, que hay que honrarla”, expresó.
Respecto al duelo, la conductora, Mariana Fabbiani, le preguntó si su fe en Dios le había ayudado, a lo que el actor indicó que pasó por todas las etapas.
“Es la rabia, incomprensión, desarmarse completamente. En mi caso fue empezar de a poquito a juntar los pedazos. Y es bonito cuando algo tan doloroso puede llegar a ser también tu inspiración, para mí hoy Blanca es mi inspiración de vida, en el trabajo. La recuerdo constantemente con sus hermanos. Los niños y su falta de desdramatizar las cosas, se acuerdan de cosas que son nuestras y yo los veo a ellos y está acá, está con nosotros, es impresionante”, relató el actor.
Benjamín indicó que fue en su trabajo donde logró canalizar más el dolor, realizando películas que lo ayudaron a abrir sus sentimientos respecto a la tragedia, como La memoria del agua, película que narra el duelo de dos padres tras la pérdida de un hijo. Finalmente, Vicuña indicó que tras esta participación le llegaron miles de mensajes a través de las redes sociales de personas que habían pasado por lo mismo que él y sintió una responsabilidad que no podía cargar.
“No me puedo hacer cargo porque no soy capaz y porque no tengo la experiencia ni la sabiduría para levantar una bandera y enseñarle nada a nadie (…) Antes era muy receloso a la hora de hablar de algo que sigue siendo lo más sagrado de mi vida, pero de a poco siento que puede ahí estar viendo y le sirve, enhorabuena”, concluyó.