Como le pasa a muchas familias, la vida de María Eugenia Larraín dio un cambio radical a fines de marzo pasado cuando nació su primera hija, Sophia, fruto de la relación con el empresario argentino Sergio Ader.
Desde ese momento, la vida de Quenita ha girado en torno a su pequeña hija Sophia, quien se convirtió en el regalo más esperado de la pareja, luego que se unieran en el matrimonio en abril del año pasado.
A casi cuatro meses del nacimiento de Sophia, Primer Plano visitó el hogar de ‘Quenita’ para conocer al adorable bebé, al mismo tiempo que descubrieron detalles no revelados sobre la crianza y el nacimiento de ella. “La vi y me enamoré”, indicó la ex señora de Marcelo ‘Chino’ Ríos al programa farandulero de Chilevisión.
“A la gente que no tiene hijos aún, (les digo que) es lo más maravilloso del mundo”, comentó la celebridad de 42 años. A ello, la otrora musa de Iván Zamorano comentó que tener un hijo “es otra vida (…) es una bendición, es algo que no cambiaría por nada”.
“Tuve la suerte de tener un parto con apego. Fue súper bonito, muy bonito (…) Lo único que quería era sentirla acá y que supiera todo lo que la quiero (…) menos mal que me pegué esta bendición de ser mamá. Es la guagua más querida y más esperada del mundo”, agregó en la nota grabada por el equipo.
Quenita, ya en el set, confesó algo que sorprendió al panel de ‘Primer Plano’, pues confirmó que también se había comido la placenta de su hija tras el parto.
“Hice un ritual. La placenta tiene muchos nutrientes para recuperarse del parto”, agregó. Al ser consultada sobre cómo se consume indicó y para que sirve:
“Sirve para recuperarse uno y para muchas cosas más (…) Es la primera casa de tu bebé“. Además, Larraín reveló que se encuentra en búsqueda de un segundo bebé: “Estamos en campaña ya con mi marido, no me voy a cuidar jajajá”, también adelantó que en unos meses quiere hacerle un bautizo ancestral a Sophia “que no tiene que ver con ninguna religión, sino que con la naturaleza”.
